En relación a la decisión ¿Informarse en internet sobre la enfermedad? esta es una opinión de Teresa Romanillos Vidaña

Sí

• Teresa Romanillos Vidaña
• Especialista en Medicina interna y Cardiología

Esta es mi opinión de experto

En su artículo “Salud en la red”,  la Doctora Teresa Romanillos afirma que es indiscutible la importancia que Internet tiene para la difusión de la información sobre distintos aspectos relacionados con la salud. En el citado artículo, la Dra. Romanillos se hace eco de los datos de una encuesta realizada por Google, que muestra que en España el 71% de los usuarios recurre a Internet para informarse sobre temas de salud.  Son las enfermedades comunes, los problemas de salud mental y cuestiones relacionadas con la estética las que conforman las principales búsquedas de los usuarios.

Este fácil acceso a la información, ha cambiado el perfil del paciente que “ahora acude a la consulta sabiendo más acerca de su enfermedad, y esto ha provocado, en cierta manera un cambio en la relación entre el médico y el paciente, ya que éste posee la capacidad de participar con más criterio en las decisiones terapéuticas.”

Para la Dra. Romanillos, Internet no resulta sólo útil para los pacientes y el público en general, sino también para los profesionales de la salud, para quienes “se ha convertido en una herramienta de rápido acceso a la información”. Nada menos que "el 82% de los especialistas han utilizado alguna vez Internet para investigar patologías concretas a través de la red y un 78% busca información sobre medicamentos”.

La Dra. Romanillos alerta del peligro que puede suponer la realización de autodiagnósticos por parte de personas con escasos conocimientos médicos, porque puede ocurrir que la información que encuentran no tenga relación alguna con la realidad, o simplemente no sepan  interpretarla. Puede surgir entonces la llamada cibercondria o  “temor excesivo o poco justificado a padecer una enfermedad tras informarse en internet. Los factores que contribuyen a la ansiedad de los usuarios son “la mención de síntomas graves, la terminología usada, la poca referencia a síntomas benignos, el grado de fiabilidad de la fuente así como el uso de un vocabulario médico demasiado complejo”.  Por ello, la Dra. Romanillo sostiene que es importante recordar que “si bien la información en la Red constituye una buena orientación nunca debe sustituir al profesional de la medicina, que es quien valorará esta información en su contexto adecuado”

Para Teresa Romanillos una posible solución podría ser “facilitar al enfermo la dirección de páginas recomendadas por el propio médico, para que el paciente pueda realizar sus consultas de forma controlada”.  En cualquier caso, es fundamental que cuando se busque información en Internet se tengan en cuenta algunas consideraciones, para asegurarnos de que las fuentes que consultamos son fiables.

Por un lado, es importante considerar la fuente de la información, comprobando quien está a cargo del sitio. Los organismos oficiales, las asociaciones sanitarias y las fundaciones suelen ser fuente de garantía e independencia.”  Por otro, se debe tener en cuenta la financiación del sitio ya que “puede afectar al tipo de contenido que se presenta (un ejemplo serían las compañías farmaceuticas)”

Por último y en cuanto a los contenidos, es importante que “el sitio tenga comité editorial que revise la información que se publica”, así como valorar que “la información esté respaldada por investigaciones, si éstas han sido publicadas en revistas de prestigio puede resultar garantía de calidad.