En relación a la decisión ¿Denunciar una situación de acoso en la escuela? esta es una opinión de Lluïsa Etxeberria Azkune

Sí

• Lluïsa Etxeberria Azkune
• Psicóloga. Psicoterapeuta

Esta es mi opinión de experto

A veces un niño o un adolescente, debido a su parte más frágil o vulnerable, es  proclive a sentirse amenazado, atormentado o culpabilizado y, por consiguiente, se siente atacado y sufre, aunque no siempre responde a este perfil. En primer lugar, atender su malestar es importante. Ello puede hacer que se modulen sus sentimientos por el hecho de darle contención y por la buena disponibilidad de quien escucha (el padre, la madre, un tutor…). En segundo lugar, conversar con calma ayuda a que podamos explorar si, quien es víctima del acoso, contribuye de alguna manera provocando la reacción airada, violenta e inadecuada del otro, considerado como el agresor.
 
De igual modo es necesario prestar atención a la persona que inflige el daño, tanto para observar si busca un chivo expiatorio en quien descargar, proyectando su malestar o sus aspectos indeseables, como también para examinar sus motivos o su comportamiento disfuncional.
 
La escucha atenta y respetuosa a los sujetos afectados nos irá aportando elementos para estimar si uno y otro tienen o no suficientes recursos para defenderse mejor, para interactuar y relacionarse dialogando, de acuerdo con su edad, y también para expresar in situ, sus respectivas necesidades y deseos. Y cuando este intento fracasa reiteradamente, es conveniente, y puede ser hasta necesario, trasladar la situación de acoso a instancias de la autoridad escolar con la finalidad de que puedan tratar y poner remedio al conflicto relacional, que afecta y altera a las dos personas y que puede tener consecuencias en la convivencia social.