Si bien para algunas confesiones religiosas la santidad en las personas es algo inalcanzable e imposible, para otras, como por ejemplo la católica, sí que es posible que suceda. Santidad se refiere a un modo de vida generoso, sincero, bondadoso y coherente.
Una manera de ser que refleja algunos de los atributos de Dios (misericordia y amor, por ejemplo) que se convierte en imagen viva de lo divino en medio del mundo. Todas las religiones y muchas formas de espiritualidad se ofrecen como caminos de perfeccionamiento (o santidad) para las personas.
Aunque la 'perfección' puede ser entendida de maneras muy distintas según la religión de que se trate, la mayoría tienen factores comunes: la bondad, la capacidad de pacificar los ambientes, la cercanía y solidaridad con los débiles y necesitados...
Pero hay religiones que consideran al ser humano tan marcado por el egoísmo y la indiferencia, que aseguran es imposible llegar a la santidad en esta vida. Otras sí lo consideran factible, siguiendo una forma de vida, unas prácticas de culto y de ascética que conducen a esa meta.