La vida en la gran ciudad tiene muchas ventajas, pero también algunos inconvenientes. Uno de ellos es la contaminación del aire que se respira en ellas. Podemos preguntarnos si caminar por la montaña para respirar aire puro es saludable para nosotros. Las alergias, el asma, algunas enfermedades de la piel y otras afecciones pueden estar muy relacionadas con la contaminación habitualmente presente en las grandes ciudades. A menudo, cuando esto sucede, el profesional de la salud sugiere que la persona “cambie de aires” a un lugar con un aire más puro.
Si para estas personas enfermas, este cambio es saludable, puede también serlo para aquéllos que no tenemos ninguna afección importante y ningún médico nos ha recomendado “cambiar de aires”.
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Al ser una función mecánica y automatizada del cuerpo, tendemos a no tener en cuenta la importancia del aire que respiramos.
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Ser más conscientes del aire que respiramos y preocuparnos por ello, hará que seamos, también, más conscientes de nuestro propio cuerpo.
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Tener información veraz y no sesgada de los pros y los contras de respirar aire puro.