En relación a la decisión ¿Posicionar mi página web en el buscador de Google? esta es una opinión de Esther Martínez Pastor
- Esther Martínez Pastor
- Profesora de Ciencias de la Comunicación
Esta es la opinión del experto
Los buscadores en Internet permiten a los usuarios encontrar lo que necesitan, ordenando la información de la red y arrojando resultados idóneos para cada búsqueda. Pero a los criterios de selección de cuáles páginas serán las primeras referenciadas (PageRank) son poco transparentes.
La publicidad en Internet va adoptando nuevas formas que no siempre son identificables, ya que se hace a través de sistemas informáticos que no están al alcance del usuario final. “Esto sucede, por ejemplo, en el caso de las búsquedas en las que el usuario no sabe si el resultado de éstas responde: primero a un enlace que previamente ha pagado al buscador para aparecer entre los primeros resultados; segundo, al perfil que tiene el buscador por el historial de sus anteriores búsquedas; o, tercero a un resultado objetivo y veraz fruto de la búsqueda.” (Martínez, y Franco, 2006: 124).
En un análisis particular de Google como motor de búsqueda, las autoras denuncian el carácter no transparente y constantemente cambiante de los criterios por los cuales se adjudica un Page Rank (esto es el rango en el cual aparece cierto sitio web a partir de una o varias palabras clave) para diferentes páginas web. Este sistema de posicionamiento está generando una gran cantidad de sitios webs que utilizan artimañas poco éticas para lograr ubicarse como los primeros resultados de las búsquedas en Internet. Tácticas que en realidad corresponden a una publicidad no identificable claramente por los usuarios y que no sigue los cánones legales correspondientes al contrato y uso de la publicidad. Este tipo de práctica, además, promueve un agravio comparativo entre aquellas páginas web que tienen un soporte económico -y por tanto informático- mayor que otras páginas, fenómeno que diferencia entre actores -usualmente empresas- que pueden tener más influencia que otros con menos recursos para promover sus contenidos.
Por tanto la cuestión del posicionamiento en Internet de las páginas web propias no es un proceso éticamente neutro, sino todo lo contrario, responde a una serie de intereses empresariales que arrojan resultados determinados según criterios no decididos por el usuario. Las autoras no están en contra del posicionamiento en Internet, pero buscan llamar la atención frente a la perversidad de dicho proceso. El posicionamiento en Internet a través de buscadores como Google es entendido por estas autoras como una forma de publicidad encubierta y novedosa que debería reglarse con el objetivo de que los resultados de las búsquedas en Internet respondan a las necesidades reales de los usuarios y no a las capacidades económicas e informáticas de los creadores de los sitios web.