En relación a la decisión ¿Involucrar a tus hijos en el cuidado de su padre/madre? esta es una opinión de Natalio Steiner
- Natalio Steiner
- Director del diario Comunidades
Esta es mi opinión de experto
Para Natalio Steiner, cuando los hijos son capaces de manejar el dolor y los dilemas que plantea la enfermedad y los efectos que esta tiene en la vida de sus padres, alcanzan el premio extraordinario de ser “humanos”, mostrando su amor hacia los que han hecho posible que estén hoy en el mundo.
El periodista Natalio Steiner, en una editorial del periódico judío independiente Comunidades, opina que la participación de los hijos en el cuidado de su padre o madre enfermo, aunque puede estar llena de dificultades, sí es beneficiosa. Para el Sr. Steiner, la vida familiar nunca es sencilla y cuando la enfermedad irrumpe toda la familia queda afectada por la situación, de manera que quedamos obligados a adaptar nuestros hábitos a las necesidades de los otros, sobre todo cuando su dependencia o inhabilidad dura años o cuando las relaciones familiares han estado bloqueadas o indiferentes por algún tiempo. Sin embargo, cuando los hijos son capaces de manejar el dolor y los dilemas que plantea el desarrollo de la enfermedad y los efectos que esta tiene en la vida del padre o madre enfermo, alcanzan el premio extraordinario de ser “humanos” y de comportarse con amor hacia los que han hecho posible que estén hoy en el mundo.
Para Natalio Steiner no es lo mismo amar a los padres que cuidar de ellos. Cuidar de los padres requiere habilidades específicas: observar, escuchar, acompañar, aprender a callar, medir las palabras, hacer lo conveniente que no siempre coincide con lo que deseamos, conciliar con el resto de la familia intereses y valores, trabajar en equipo…. Estas habilidades no las tenemos todos desde que nacemos, ni se derivan directamente del amor, sino que debemos adquirirlas y pulirlas, hacer que nazcan dentro de nosotros, de igual manera debemos tomar conciencia de nuestras limitaciones, por eso, continúa el experto, para conseguir que los hijos se involucren en el cuidado de los padres, es necesario que los hijos y el resto de la familia presten atención a la situación, y tomen conciencia de lo que está ocurriendo y además que se preocupen en reconocer las complicaciones que surgen en la vida familiar a causa de la enfermedad, para así adquirir entre todos la capacidad tanto de "acción como de contención(emociones, sentimientos etc.)."
Para Natalio Steiner, es muy importante no desanimarse ante los cambios y las inevitables dificultades que surgen por la enfermedad. En su opinión, la vida de los hijos cambia cuando sus padres están débiles o enfermos, y esto sucede “independientemente de si los amas y has tenido una buena relación con ellos, o si por el contrario has mantenido intensas y enojosas peleas, o hasta ahora que no te han necesitado eras indiferente a su suerte”. En su opinión cuando los padres decaen físicamente los hijos tendrán que hacer frente a nuevas obligaciones, de manera que “sean cuales fueran los sentimientos y circunstancias, se enfrentan a un problema transcendente: como hacer lo correcto frente al debilitamiento de los progenitores y compaginar las obligaciones familiares y laborales diarias.”
Pero cuando hacemos todo lo que podemos debemos sentirnos, al menos, satisfechos. Para el Sr. Steiner "es importante descubrir nuestras limitaciones ya que el éxito en el acompañamiento de los padres es relativo y puede ocurrir que lo que hacen los hijos no satisfaga sus propias expectativas, las de los padres, o las de otras personas del entorno. Pero, si has hecho lo mejor que puedes hacer, en tus circunstancias, también es valioso que aprendas a aceptar las limitaciones y sentirte satisfecho y tranquilo, pensar que has hecho todo lo que has podido". Cada persona, como dicen nuestros sabios, es un mundo, y cada familia un universo completo.”