En relación a la decisión ¿Aceptar que mi padre sea un referente en mi vida? esta es una opinión de Leticia Soberón
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Leticia Soberón
- Psicóloga
Esta es mi opinión de experto
No hay que aceptarlo de manera acrítica, sin pensarlo. Claro que a nuestros padres los llevamos dentro, en los genes y en las primeras experiencias, pero sería muy bueno pasar ese impacto por un filtro cuando tenemos ya la conciencia suficiente para hacerlo. (VER VIDEO)
Digo que no, porque sería muy bueno que nuestro padre no sea un referente sólo por inercia, porque sí, porque me ha marcado y se acabó. Si llega a ser -con mi voluntad- un referente en mi vida, significa que me lo planteo, que lo pienso y lo decido en lo posible. Un referente es algo importante, que nos orienta, que señala aquéllo que queremos ser.
Es obvio que hay mucho de nuestros padres en nosotros; más de lo que suponemos y por supuesto que no lo decidimos: simplemente lo "llevamos puesto", forma parte de nosotros. Empezando porque la mitad de nuestros genes proviene de él. Pero es bueno ir tomando distancia, con la edad, y cuando hemos configurado nuestra personalidad, plantearnos qué queremos asumir y qué no, cuáles son los aspectos con los que nos identificamos y cuáles decidimos desechar porque no concuerdan con lo que deseamos ser.
No es que sea fácil este proceso. Tampoco debería ser por rabia o rechazo porque terminaremos reproduciendo el modelo que rechazamos. Pero si dedicamos un tiempo a decidirlo, entonces el referente será más pensado y más libre. Y seguramente mejorará nuestra relación con esa persona que hizo posible nuestro existir.
Si el padre logra ser mejor ser humano que los hijos SIEMPRE sera un referente (que la lógica sea analizada con cordura)
Si los hijos logran ser mejor ser humano que el padre, Nunca éste será un referente para él, y será fácil identificar cuales son las otras opciones que tenemos ( idem)
Creo que la libertad es la aceptación del otro de de sí mismo en humildad.
Los padres como todos los seres humanos aprenden con sus aciertos y certezas pero también de sus errores y fracasos. No son seres perfectos ni infalibles. Los seres humanos somos tremendamente complejos por eso querer una perfección de que SIEMPRE sean nuestros referentes o pretender que somos tan buenos y maravillosos los hijos que NUNCA los padres logren ser referentes, no me parece que sea lo correcto. La realidad tiene matices. Serán referentes en unas cosas y en otras no. Nos ayudan a construir nuestra propia identidad "los llevamos puestos" pero "yo soy yo", por eso necesito tomar distancia, ejercer mi propia identidad valorando lo positivo y suprimiendo -en lo posible- aquello que no comparto en ideas, acciones o sentimientos.
Considero que si hacemos esto, viviremos nuestra vida con más alegría sin tantos complejos y sentimientos de culpa.
De acuerdo, Gloria Inés!