En relación a la decisión ¿Denunciar una situación de acoso en la escuela? esta es una opinión de Allan Beane

Sí

• Allan Beane
• Creador del Programa The Bullying Free Classroom

Esta es la opinión del experto

«La Asociación Nacional de Psicólogos Escolares calcula que diariamente unos 160 mil niños y niñas no van a clase por miedo a ser acosados. (…) Teniendo en cuenta que la mayor parte del bullying pasa inadvertido y, por tanto, no se denuncia, esa cifra no representa probablemente más que la punta del iceberg.» (Beane, 2006, p. 147)
 
El bullying es mucho más común de lo que parece y sus consecuencias pueden ser devastadoras para muchas de sus víctimas, tal como le ocurrió al hijo del propio Beane, Curtis, quien sufrió acoso durante gran parte de su vida escolar y universitaria, lo cual –según el autor– fue la causa principal que le hizo caer en las drogas. Curtis murió a los 23 años debido a una sobredosis de Methanol.
 
Allan Beane suele explicar esta historia en las conferencias que ofrece sobre el tema, para sensibilizar a sus interlocutores (profesores, padres y adolescentes) sobre la importancia de detectar y detener a tiempo las situaciones de acoso escolar. Para ello, ha desarrollado un programa de intervención denominado “Aula libre de acoso” dirigido principalmente a padres y educadores en el cual aporta una serie de recomendaciones y herramientas metodológicas para prevenir, detectar, gestionar y resolver situaciones de acoso en la escuela.
 
En relación a la decisión de denunciar o no, la posición de este autor es que ante cualquier indicador de acoso hay que actuar inmediatamente y denunciar a quien corresponda, según quien sea que sufra o sea testigo de él.
 
En general, para este autor, la primera denuncia o aviso debe hacerse a los profesores encargados de la clase (tutores), para que indaguen la situación y valoren si se trata de acoso o de una discusión o pelea puntual entre compañeros de clase. Para que esto funcione es necesario –señala el autor– que los profesores conozcan las características del acoso, de modo que sean capaces de identificarlo y sepan actuar.
 
Parte de este proceso de identificación supone hablar con los padres de los alumnos, tanto acosadores como acosados, así como con otros profesores y la dirección de la escuela, con el fin de diseñar una estrategia conjunta.
 
Asimismo, Beane señala que la mejor forma de evitar el acoso en la escuela es realizando una labor preventiva, transmitiendo a los alumnos valores como la no violencia, el diálogo y el respeto de la diversidad, entre otros.