En relación a la decisión ¿Beber mucha agua? esta es una opinión de Juan José Rufilanchas Sánchez
- Juan José Rufilanchas Sánchez
- Jefe de Servicio de Cirugía Cardíaca de la Clínica Quirón
Esta es la opinión del experto
“Uno debe de beber según tiene sed, ni una gota más ni una gota menos” afirma el Dr. Juan José Rufilanchas Sánchez, cirujano cardiovascular. Asimismo, afirma que existe una moda consistente en estar tomando agua de forma constante, fruto de una campaña de marketing de determinadas empresas.
Beber agua en exceso no tiene ningún beneficio para la salud. Una persona que lleva una vida normal debe de beber tan solo lo que tiene sed, no dejándose llevar por las campañas de marketing que incitan a beber dos o tres litros de agua al día.
Según el experto: “Si uno tiene los riñones bien, el corazón bien y el hipotálamo, que es donde está el centro de la sed, también bien, debe de beber lo que tiene sed, ni una gota más ni una gota menos.” Los extremos nunca son buenos, hay que beber la cantidad de agua adecuada, que para el experto se puede saber cuál es de forma muy sencilla: la que te pida el cuerpo. Entre los dos extremos (beber demasiado o beber muy poco) el Dr. Rufilanches afirma que: “Lo peligroso no es la deshidratación sino la intoxicación por agua.” Por ejemplo, en los maratones, los atletas que se colapsan y que incluso en ocasiones se mueren es debido a una intoxicación por agua y no por deshidratación.
Por tanto, con respecto a cuál sería el consumo natural y aceptable de agua hay que hacer una distinción: la persona que lleva una vida normal y un atleta o persona que entrena mucho. La primera, como se ha dicho antes, debe beber simplemente lo que tenga sed. Esto significa que no es adecuado beber dos o tres litros de agua diarios como se sugiere en muchos medios. De hecho, para el experto, beber tres litros de agua al día es: “una barbaridad, ya que lo único que está haciendo es intercambiar su agua. Si de verdad el agua le hubiese servido para algo, a la mañana siguiente pesaría tres kilos más.” Y esto no produce ninguna limpieza celular ni cualquier otro efecto beneficioso para la salud como muchos creen, sino que “en todo caso, lo que hacemos es hacer trabajar al riñón de más o sin necesidad.”
Con respecto a los atletas, lógicamente por el deporte que realizan, necesitan una mayor cantidad de agua, pero en cualquier caso los mejores atletas beben menos agua que aquellos que llegan los últimos en una carrera. Según el experto: “Los atletas buenos beben poco, y en todo caso, están un poco deshidratados, no sobrehidratados.” Esta sobrehidratación es la que conduce a una intoxicación por agua, que se produce de la siguiente manera: cuando alguien bebe lo que ocurre es que las células de nuestro organismo se hinchan de forma temporal, hasta el momento en el que los riñones empiezan a filtrar el agua. Las células de nuestro cerebro también se hinchan, y el problema es que el cerebro se encuentra dentro del cráneo, por lo que no se puede dilatar. Esto puede ocasionar un trastorno nervioso que puede llevar al coma y a la muerte.