En relación a la decisión ¿Creer que la única religión verdadera es la mía? esta es una opinión de Jorge Ubeda
- Jorge Ubeda
- Filósofo
Esta es mi opinión de experto
Responderé desde el punto de vista del creyente, lo cual no significa que piense que, por eso mismo, el creyente está en lo cierto. Pero, ¿tiene sentido tener una creencia que no consideremos como verdadera?
Entiendo que en este terreno no es fácil moverse con definiciones nítidas y que hemos de asumir una cierta vaguedad semántica para poder avanzar. Considero que toda creencia, desde el punto de vista de quien la sostiene, necesariamente tiene que ser verdadera. No hay creencia que sea dudosa (entonces la llamaríamos conjetura u otra cosa) ni que pueda ser considerada falsa por aquel creyente que cree en ella. Esto lo vieron muy bien los griegos clásicos que adjetivaban siempre el término dóxa (algo próximo a lo que entendemos por creencia) con el adjetivo "verdadera" (alethés).
Precisamente enfatizaban con ello que en la creencia hay ya conocimiento -y por eso lo de verdadero- pero que cabía diferenciarlo del conocimiento absoluto (episteme) en el que se poseen las razones últimas por las que una verdad es verdadera. Un apunte más antes de aterrizar en el asunto religioso. Parece evidente que afirmamos que hay diversas verdades, sin caer en la cuenta de que se mantiene la pregunta acerca de qué es lo que hace que cada una de esas verdades sea verdadera. Es decir, aun cuando las verdades puedan formar un conjunto plural no dejan de estar referidas a una unidad que permite agruparlas y clasificarlas como tales verdades. Por tanto, no parece repugnar a la razón hablar de verdades -muchas- y Verdad -una-. Llevado esto al terreno de las creencias religiosas hagamos las siguientes preguntas: ¿Qué sentido tiene para un creyente la afirmación de que no debe creer que su religión es la única verdadera? No veo qué se le pueda pedir tal ejercicio a un creyente.
Es claro que considera que su religión es verdadera y que, puestos a elegir si la suya es la más próxima a la verdad, estará dispuesto a argumentar que así es. Cabe la posibilidad sincretista de abordar como iguales las distintas creencias religiosas pero tal sincretismo no deja de referir su validez a algún criterio de verdad superior al de las distintas creencias religiosas. Por lo que el sincretista se vería inmerso en el mismo problema que parece tratar de superar. ¿Hay una única religión verdadera? Yo diría más bien que si hay verdades -cuestión a discutir-, tales verdades han de estar referidas a una Verdad.
Y este asunto se le planteará a todo aquel que seriamente examine sus creencias (y sus dudas). Parece lógico pensar que los creyentes estarán muy motivados a identificar sus creencias con la Verdad y no con algún conjunto de verdades dependientes de la verdad. Y creo que, en este sentido, los creyentes tienden a estar equivocados. No tengo empacho en aceptar que hay verdad en algunas de las creencias de las distintas religiones pero me resulta difícil de asentir ante la pretensión de que un conjunto de creencias religiosas (por muy verdaderas que sean) se pueden identificar, sin más, con la Verdad una. Para que esto estuviera fundado sería necesario adquirir un punto de vista imposible para el creyente: el de la Verdad en sí misma. La mayor parte de las manifestaciones religiosas, destacando entre ellas algunas formas hinduistas y budistas y el tronco judeocristiano, han insistido en la vida del creyente como un camino de búsqueda, una peregrinación hacia la plenitud o el vaciamiento.
Nada de eso me parece vinculado a una identificación de las propias creencias -finitas, temporales e históricas- con una única verdad. Más bien parece una invitación a comprometerse en la búsqueda de una Verdad que se puede manifestar de muy diversos modos. Lástima y ofende observar como algunos supuestos hombres (y mujeres) de fe pisotean cada día tal ideal de vida. Mueve a risa encontrarse con increyentes llenos de dudas que han hecho de tal increencia una única verdad...verdadera.