
Cuando se es creyente de una religión determinada lo habitual y lógico es estar convencido de que sus planteamientos son los únicos verdaderos. Incluso, hay personas que llegan a pensar que es la única forma posible de entender la verdad.
Sin embargo, conviene no ser radical y mostrar tolerancia con otras creencias. Ambas cosas -considerar que nuestra religión es la verdadera y respetar las creencias ajenas- son compatibles.
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4 opiniones argumentadas

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Jordi Cussó Porredón
- Teólogo

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Jorge Ubeda
- Filósofo