En relación a la decisión ¿Tener una buena relación con mis compañeros de trabajo? esta es una opinión de Pilar Tortosa

Sí

• Pilar Tortosa
• CEO Arctos Consulting

Esta es la opinión del experto

Para Pilar Tortosa, CEO de la consultora de RRHH "ARCTOS Consulting", "habitualmente pensamos si tenemos un buen o mal jefe o incluso si somos buenos o malos empleados, pero nos olvidamos de ver si la relación con nuestros compañeros es la debida y este es un hecho es tan importante, que ha sido la causa de extinciones laborales voluntarias o involuntarias o la un resultado excelente o pésimo de nuestro trabajo.

Segun nos aconseja en su artículo "Ser un buen compañero" (http://www.expansion.com/blogs/tortosa),  lo primero que no debemos es pensar que un compañero o es nuestro amigo o nuestro enemigo, pues la amistad puede surgir por el roce, pero tampoco es una obligación el que para que las cosas vayan bien, se tenga que pasar el compañerismo a un escalón en el que laboralmente no tenemos por qué.

Es sin embargo primordial, que la labor del equipo se fomente y se consiga esa deseada unidad, pero la manera no es la imposición de la misma ya que un “sentimiento” impuesto solo lleva a la negación el mismo y el efecto no sería el deseado.

Tampoco se trata de tapar los errores de los de al lado, ni de obviar obligaciones inherentes a nuestro puesto por causa de que eso le vaya a molestar. Esto es muy típico cuando uno está en un puesto superior al otro en el escalafón y no se atreve a “mandar”o “censurar” con tal de no tener problemas.

Cuando conocemos a nuestros colegas, debemos presumir que son los mejores y solo si con el tiempo esto no se cumple, podemos cambiar de opinión.

Para Pilar Tortosa, la crítica constructiva a nivel individual o el reconocimiento de una labor bien hecha a nivel público, serán las herramientas de apoyo para conseguir la optimización del equipo. Una colaboración bien entendida pasará cuando haya problemas, por el análisis de los hechos y no de los posibles fallos de las personas, ya que la objetividad será la que nos hará aportar las verdaderas soluciones.

La confianza es sin duda importante, pero siempre dentro de los límites del respeto y siempre sin que una de las partes sea la perjudicada. La oferta de la ayuda, en su justa medida y la colaboración y transparencia siempre permanentes.

El paso a la amistad solo vendrá, si de forma natural se ha generado, pero en este caso, hay que saber siempre donde empieza una y donde acaba la otra. El mezclar estos factores, solo dará problemas añadidos y hará que cometamos errores en nuestra actuación.

El trato en el lugar de trabajo debe ser siempre correcto por delante y por detrás y sin embargo, nos deberemos mostrar más amigables, si detectamos que nuestro colaborador tiene un problema personal y necesita un apoyo que le podríamos ofrecer en ese momento.

Si en algunos casos ya hemos generado esa amistad, hay que mantenerla en su nivel, separando las actuaciones de trabajo de las demás y no sintiéndonos en ningún caso esclavos de la misma, incluyendo en este aspecto cuestiones triviales como la obligación de ir a comer siempre con los mismos o situaciones similares, que si bien son muy agradables, desde el momento que pasan a ser una imposición, pierden el atractivo.

Otra cuestión es la de una mayor relación personal entre uno o varios miembros del equipo, por ser personas que se apoyan entre ellas o se refuerzan y esto es muy bueno si se consigue mantener en ese nivel, ya que es una mentorizción mutua que puede ayudar al desarrollo personal de todos, pero siempre y cuando se reconozca como tal y no se convierta en una dependencia ineludible.

En general con grandes dosis de naturalidad, transparencia, respeto y buenas intenciones, conseguiremos ser mejores compañeros, pero no siempre es tarea fácil y supone un esfuerzo que debemos considerar, para que el ambiente laboral será el óptimo y nos haga sentirnos bien realizando la tarea que nos gusta, con un equipo que funcionando así, seguramente será de alto rendimiento,