En relación a la decisión ¿Practicar un consumo responsable para Navidad y Reyes? esta es una opinión de Sílvia Martín
- Sílvia Martín
- Consultora medioambiental
Esta es mi opinión de experto
La crisis que vivimos en el mundo occidental puede ser una oportunidad para cambiar nuestro modelo de consumo.
El modelo de consumo que impera en nuestra sociedad se hace especialmente visible en épocas navideñas. Este modelo se basa en una relación directa entre el ser y el tener, y especialmente, entre la felicidad y el tener.
Las políticas de los Estados son herramientas al servicio de este modelo y por lo tanto están dirigidas a incentivar el consumo, que es el motor de la economía.
El modelo, gracias a un márketing cada vez más sofisticado, consigue incluso crear una dependencia de necesidades materiales que más que reales, son ficticias y simbólicas.
El sistema económico, además, no sólo ha de mantenerse sino que necesita desarrollarse, lo cual, en este contexto, es sinónimo de “crecer” linealmente. Desde el punto de vista ambiental, tal como cuenta muy claramente Annie Leonard en este video titulado “La historia de las cosas” el crecimiento lineal del modelo económico imperante se sustenta en un planeta finito, (con unos recursos y una capacidad de carga finitos), por lo que está destinado al fracaso, o, lo que es lo mismo, a crisis económicas cíclicas o a guerras que obligan a empezar el proceso desde un punto anterior. No sin antes dejar víctimas por el camino, (pobreza, derechos sociales, vidas, impactos ambientales).
El modelo económico que obliga a un incremento en el ritmo del consumo para seguir creciendo, implica un mayor coste económico para los consumidores (que a menudo compran productos programados para quedarse obsoletos en un tiempo determinado), un mayor dispendio de energía, de recursos y un incremento de la generación de residuos. Tiene, por tanto, un progresivo impacto ambiental.
El tratamiento de residuos genera a su vez dispendio energético, contaminación y desigualdad social. Es el caso del transporte de residuos de los países occidentales al resto del mundo. En algunos lugares los residuos son aprovechados como subproductos y reciclados, pero no siempre se tiene la tecnología para ello, ni el proceso es limpio
Si no antes, hay que aprovechar los tiempos de crisis económica para replantearse el modelo de consumo, que no aporta felicidad, ni igualdad social ni es sostenible ambientalmente.
Especialmente en las fiestas navideñas es cuando se unen, por un lado, la presión publicitaria para consumir y, por el otro, los momentos de reflexión y de retorno a los valores de solidaridad y de cambio interno. Así que es un buen momento para dar el paso a la práctica de un consumo responsable, para explotar la creatividad propia, hacer regalos con nuestras manos o promover la creatividad de nuestro entorno comprando a los artesanos locales. También existe la posibilidad de no regalar nada material: podemos regalar tiempo o favores. En definitiva, aprovechar la oportunidad que nos brindan estas fechas para crecer nosotros mismos y fortalecer los lazos con nuestros seres queridos.