La osteoporosis, según la OMS (Organización Mundial de la Salud) es una enfermedad caracterizada por una baja masa ósea y un deterioro de la microarquitectura del tejido óseo, que conduce a un aumento de la fragilidad del hueso y por tanto, un aumento del riesgo de fractura. La osteoporosis es el tipo más común de enfermedad del hueso que provoca una disminución en la densidad ósea de las personas, hace mayor la fragilidad del hueso y del riesgo de fractura. Es más común en la mujer que en el hombre y muchas intentan prevenirla con ejercicio.
En el siglo XX, se la denominó epidemia silenciosa, ya que una disminución de la masa ósea puede ser asintomática durante largos períodos de tiempo. La incidencia de osteoporosis en el hombre es mucho menor que en la mujer.
Existen 3 características que condicionan la aparición de la osteoporosis:
- Cambios en la función endocrina
- Deficiencias nutricionales
- Disminución de la actividad física.
Por tanto, si aumentamos la dosis de ejercicio semanal ¿Evitaremos la reducción de la masa ósea?
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El ejercicio podría ser un buen medio de prevención, pero no es un arma única una vez establecida la enfermedad.
Además, el ejercicio intenso o de alto impacto no debería realizarse por encima del 60% de la máxima repetición posible (1RM) para la prevención de la enfermedad, ya que si el ejercicio es demasiado intenso puede provocar lesiones. Las personas más desacondicionadas deberían realizar una adaptación anatómica en sus estructuras antes de realizar ejercicios intensos como medio de prevención de la osteoporosis. -
Preocuparnos por los beneficios que puede tener a corto y largo plazo la realización de ejercicios ya sean intensos o moderados, harán que nos sintamos más dueños de nuestro propio cuerpo.
2 opiniones argumentadas
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Wendy M. Kohrt - Profesora de Medicina en la División de Geriatría
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Margarita Pérez Ruiz
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