Los refranes, proverbios y dichos populares forman parte de la tradición oral y de la sabiduría popular de un pueblo, pero también pueden transmitir prejuicios, estereotipos u opiniones racistas. Uno se plantea si debe reproducir expresiones que menosprecian o insultan a otros por su raza o su sexo.
La tradición oral está llena de expresiones que la sensibilidad actual considera machistas y racistas, y que la historia nos ha legado como un lenguaje habitual,sin que nos paremos a pensar en ello. Es normal decir que se trabaja como un negro o escuchar refranes como "a la mujer y a la burra, cada día una zurra". Algunas expresiones están ya desapareciendo porque se pierden o no casan con la mentalidad actual, más cuidadosa que la de hace dos o tres siglos, pero otros perviven y pueden resultar discriminatorios.
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El mayor freno es el desconocimiento. Los refranes populares son frases que se suelen repetir sin pensar detenidamente qué significado encierran y que, precisamente por ser populares, se entiende que todo el mundo los acepta.
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Los refranes pueden contener prejuicios y estereotipos y reproducir el refrán es transmtir esas ideas que pueden ser discriminatorias. Esto puede herir la sensibilidad de las personas y crear un conflicto. En ese sentido, ciertas expresiones verbales se consideran violencia cultural y pueden generar más violencia.
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Pensar antes de hablar, no sólo en lo que se va a decir y cómo, sino en cómo le puede afectar a nuestro interlocutor y a los demás en general. Hablar desde los principios y ser consciente de que el lenguaje transmite valores.
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