Las técnicas del Tantra, permiten, por medio de posiciones, ejercicios y masajes, aplicar la sabiduría tántrica al arte de hacer el amor y experimentar el sexo no sólo como placer genital, sino como camino hacia el orgasmo tántrico, el éxtasis y la sexualidad espiritual.
El objetivo principal del Tantra es el de la iluminación completa, un estado de paz duradera, pero requiere tomar consciencia del presente, estar en el hoy. No todos están dispuestos a vivir esa filosofía y hacerla una forma de vida.
El sexo tántrico no es una experiencia que se alcance de un día para otro. Requiere un entrenamiento que también implica la mente, una cierta disciplina que va más allá del placer inmediato. Una forma de experimentar la vida que supone disciplina y perseverancia.