Establecer un sistema de premios y castigos en ciertos departamentos de empresa formados por equipos muy numerosos puede favorecer la motivación de los trabajadores y optimizar sus resultados. Algunas tareas, por ejemplo las más tediosas o que provocan un gran desgaste del empleado, se pueden volver divertidas mediante un sistema basado en los juegos.
Para algunos jefes o empresarios estas soluciones son muy infantiles y lo único que consiguen es distraer a los empleados de sus auténticas funciones, además de crear un ambiente de trabajo 'no adecuado'.
Los sistemas de premios y castigos en el mundo de la empresa no solo se usan en los departamentos comerciales sino que, a través de un fenómeno conocido como 'gamificación', puede tener cabida en cualquier equipo de trabajo.
4 opiniones argumentadas
- Rafael Mira Prieto-Moreno
- Emprendimiento y conocimiento
- Julio Pérez-Tomé Román
- Consultor Innovación, Social Media, Marketing y Comunicación