La discriminación por motivos ideológicos es, lamentablemente, muy frecuente. A pesar de ello, existe una opinión general -con excepciones- que otorga a las personas la libertad de pensar y creer en las idas o religiones de su elección.
En un mundo ideal el anhelo es que haya un respeto ante las creencias ajenas, pero no siempre es así. Podemos sentirnos atacados u ofendidos por creer en algo y ante ello, defenderse o aceptar las críticas dependerá de cada uno.
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4 opiniones argumentadas
No
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José Lázaro - Profesor de Humanidades Médicas, UAM. Escritor.
No, confundir las creencias con la identidad y las opiniones con los afectos es propio de mentes simples, aumenta la vulnerabilidad del que lo hace y provoca hostilidades dañinas.
Experto
No
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Leticia Soberón
- Psicóloga
Que alguien cuestione nuestras creencias nunca debe molestarnos. En cualquier caso nos podría herir, dependiendo siempre de la forma en que se cuestionen y el vínculo que nos una con esa persona. Debemos tener la suficiente madurez para entender que todas las creencias son cuestionables. VER VIDEO
Experto
No
-
Jorge Hierro Álvarez
- Experto en TICs y Profesor de Dirección Estratégica
No nos debe molestar que alguien cuestione nuestras creencias; lo que debemos hacer es debatir con moderación y respeto y atendiendo a la forma en que decimos las cosas. Creerse en posesión de la verdad absoluta es un defecto que es muy perjudicial para nuestras relaciones con los otros. VER VIDEO
Experto
No
- Iñigo Damiani Moreno
- Dialogante apasionado
Muy de acuerdo con José Lázarmo. Molestarse si alguien cuestiona mis creencias indica inseguridad personal y también muy poca certeza sobre aquello en lo que creo.
Me parece que cuanto más cultivemos el diálogo sereno sobre los temas, sin implicar el "yo" por todas partes, más avanzaremos en civ...
