
La narración de cuentos e historias puede promover la imaginación y la creatividad de los niños, y establece un vínculo con los mayores. Además del entretenimiento, es un recurso educativo para sus futuras opciones éticas.
Pero cuando se trata de narraciones directamente elaboradas para educar, pueden resultar más áridas y sus moralejas evidentes, con menos interés para los niños. La cuestión es si, para educar, un cuento tiene que ser "educativo" y si eso tiene valor para los pequeños.
3 opiniones argumentadas

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Jorge Ubeda
- Profesor y padre