
Existe un acuerdo casi unánime entre los expertos en microbiología y riesgos biológicos sobre la imposibilidad de diseñar un protocolo perfecto que garantice la seguridad en las repatriaciones por ébola. El exceso de normas y actuaciones complejas podría complicar el cumplimiento de las normas básicas de autoprotección de los sanitarios.
Pero los recientes acontecimientos plantean la necesidad de fortalecer los protocolos de control vigentes para que primen más los criterios epidemiológicos que los síntomas detectados en los afectados.