
El mundo actual evoluciona velozmente, por lo cual los conocimientos en muchos campos quedan obsoletos muy pronto. La formación permanente es por ello casi indispensable, aunque la duda de muchos es si vale la pena.
Ventajas: aprender cosas nuevas mantiene la mente despierta y nos capacita para innovar la vida y el trabajo.
Desventajas: la capacidad personal, en declive con la edad, no podrá seguir el ritmo del avance científico.
Con el paso de los años y el peso de las responsabilidades, se hace difícil lograr tiempo para informarse y estudiar ordenadamente. Aún así la formación continua parecería hoy más necesaria que nunca, pues el avance tecno-científico de la sociedad es vertiginoso. Lo importante en esta decisión sería elegir, en todo caso, el modo y la temática sobre la que deseamos seguir adelante en nuestro camino formativo.
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La formación permanente puede ser un gusto personal indiscutido; en otros casos, es impuesta o no está disponible. Todas estos casos puedan frenar esta decisión.
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Esta decisión tendrá consecuencias sobre el nivel educativo personal y la gestión del tiempo.
4 opiniones argumentadas

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Ignacio Quintanilla Navarro
- Doctor en Filosofía

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Julio Pérez-Tomé Román
- Consultor Innovación, Social Media, Marketing y Comunicación

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Jorge Ubeda
- Doctor en Filosofía

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Joana Ferrer i Miquel
- Doctora en Ciencias de la Educación, Licenciada en Derecho,