
Si Dios es bueno y sabe lo que pasa en el mundo, será normal pensar que luche contra el mal. El problema es que el mal continúa en el mundo, lo que da lugar a la preguntarse si realmente Dios lucha contra el mal o asiste pasivamente a lo que pasa en el mundo.
Si nos guiamos por el Dios en el que creen los cristianos, efectivamente, es, para ellos, un Dios bueno que promulga dicha bondad entre los hombres, sin embargo, no es un Dios que intervenga en el comportamiento del hombre, y por tanto en el mal.