Nuestro cerebro está frecuentemente ideando planes fantásticos para cambiar esto o aquello otro de nuestra vida que no nos tienen del todo satisfechos. Esto no solo sucede durante los primeros días de cada año.
Algunos de ellos son intrascendentes, pero hay proyectos en los que sentimos que de su realización depende en gran medida nuestra felicidad futura. La duda que se plantea aquí es si se de debe vencer o no el impulso natural de contarle a los demás nuestros grandes planes.
La mente humana es un órgano muy complejo que ‘funciona’ mediante unos procesos y unas reglas muy sutiles. La observación y la experiencia nos pueden ir descubriendo trucos -a veces tontos o triviales- que pueden hacer algo más fácil el alcanzar nuestras metas.