En los últimos años, han emergido diversas organizaciones de consumo responsable que organizan a personas que habitan en una zona determinada para cooperar en la compra de sus productos de necesidad. De esta manera, se busca enfrentar el consumo individual y excesivo de productos.
Las denominadas cooperativas de consumo ecológico han crecido considerablemente en los últimos años y han empezado, según algunos expertos, a constituir una alternativa real y viable de organización colectiva para permitir un consumo más responsable, consciente y transformador.
Existe una gran diversidad de formas de organización de este tipo de organización. Sin embargo, en su mayoría éstas cumplen unos mínimos criterios éticos y están basadas en los principios de cooperación y proximidad. Algunos expertos consideran que pueden tener un impacto muy positivo en los grupos y entornos sociales en los que se lleven a cabo, así como en el conjunto de la economía, la sociedad y el medio ambiente.
Mientras tanto, otros expertos destacan que el funcionamiento al ser asambleario en la mayoría de ocasiones, hace que las decisiones y los procesos se enlentezcan. Por otra parte, algunos destacan el precio de este tipo de productos como un factor limitante a la hora de que sea una opción válida para todos los grupos sociales.
-
La desconfianza en las entidades que organizan este tipo de consumo y la falta de conocimiento de la gestión que se realiza con los productores pueden ser factores inhibidores para participar en este tipo de redes sociales de consumo. Por otra parte, el temor a que el precio por los productos de consumo se eleven demasiado también puede ser un freno para acceder a participar.
-
La no participación en cooperativas de consumo mantiene el sistema de consumo actual, manteniendo una posible sobre-explotación medioambiental. Por otra parte, reproduce la satisfacción individual más que la cooperación social. Por otra parte, la participación puede generar demandas a nivel de participación personal que no siempre se está dispuesto a asumir, como también un posible aumento en el costo de los productos.
-
Informarse de cómo funcionan las cooperativas de consumo, sus formas de gestión y el costo personal y económico que implicaría participar en una de estas entidades sociales. Analizar otras experiencias de personas que estén participando en alguna red de consumo.