La finalidad de las empresas, a través de las personas que las forman, es obtener utilidad o beneficio, utilizando una serie de recursos y estrategias. No es fácil y requiere esfuerzo y tesón.
En el ejercicio de la dirección es oportuno plantearse si hay que buscar esos objetivos por encima de todo, priorizándolos sobre cualquier otro aspecto, aunque en ocasiones requiera medidas antipáticas.
En los manuales de economía existen muchas deficiones de empresa. Fundamentalmente, las empresas están formadas por personas que utlizan diversos recursos -materiales, técnicos y financieros-, para producir bienes y prestan servicios y así satisfacer las necesidades de las personas con la finalidad de obtener utilidad o beneficio. A veces puede presentarse algún conflicto en el camino de conseguir esos fines. Como jefe, es preciso preguntarse si se buscará por encima de todo la efectividad y el beneficio, aunque ello pueda implicar supeditar otras realidades, e incluso personas.
3 opiniones argumentadas
- Josep M. Bosch
- Asesor Patronal Catalana CECOT