Los adolescentes ya no son niños, por lo tanto la relación que habían establecido con los padres cuando eran niños ya no existe, es otra relación no tan dependiente. Los padres han de plantearse aceptar esta nueva relación en la que el hijo ya no le necesita tanto como cuando era niño.
La relación del adolescente con sus padres también es más crítica y se va construyendo desde la propia autoafirmación y a veces desde la confrontación con los padres. No es una relación tan dependiente pero eso no quiere decir que no sea una relación gratificante para ambos, padres e hijos, edificada desde el respeto y la aceptación mútua .
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No es fácil aceptar que el hijo, que hasta hace poco era un niño, se va haciendo mayor, va afirmando su personalidad y sus propios criterios.
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Está en juego una nueva relación de padres e hijos, más libre y madura.
2 opiniones argumentadas
- Beatriz Winkels
- Adolescente curiosa y con iniciativa
- Silvio Gutman
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