En relación a la decisión ¿Cambiar de religión o confesión si encuentro otra que responde mejor a mis inquietudes religiosas? esta es una opinión de Rocio Solís Cobo
- Rocio Solís Cobo
- Master de Humanidades en la Universidad Francisco de Vitoria
Esta es mi opinión de experto
Si se entiende que la religión busca dar una respuesta a los interrogantes de la vida, primero debemos reconocer saber cuáles son esos interrogantes y por qué las religiones pretenden responderlos. Y si hay unas religiones que responden mejor que otras.
Ahora bien, hacer esto requiere haber hecho antes otra cosa; haber identificado qué sea aquello de inquietud religiosa. Si se entiende que la religión busca dar una respuesta al hombre, primero debemos reconocer la pregunta: ¿qué pregunta se hace el hombre y por qué las religiones pretenden responderla?
Más allá del origen histórico y cultural de una religión, y la diversidad de respuestas que ofrecen (destino, muerte, providencia, actitud ante el sufrimiento, etc.), y más allá de los gestos, ritos, tradiciones, dogmas, etc. lo que late de fondo en todas ellas, es la pregunta por el sentido de la propia vida, de lo que hacemos, lo que conocemos y lo que esperamos.
Por ello, comprender el deseo que lleva implícito la pregunta por el sentido de la propia vida, nos puede servir para alumbrar en qué consiste la inquietud religiosa. Este deseo –basta mirarse a uno mismo para verlo –se desdobla en dos exigencias fundamentales: que la respuesta dé razón de ser de todo (y por lo tanto de mí mismo), es decir, que me ayude a comprender el mundo y lo que soy; y por otro lado, ayude al hombre a superar todo lo que amenaza ese sentido último, es decir, que supere las limitaciones de la propia condición, como pueden ser la muerte y el absurdo. Esta segunda exigencia se suele llamar salvación.
Por lo tanto, creo que uno debe abandonar aquellas respuestas que no cumplan estas dos exigencias –razón de ser y salvación – a pesar del difícil cambio que esto pueda significar, ya que lo que está en juego, es el sentido de la propia vida.