En relación a la decisión ¿Respetar los valores culturales del país de acogida? esta es una opinión de Amin Maalouf
- Amin Maalouf
- Escritor
Esta es la opinión del experto
Maalouf dice que “cuanto más os impregnéis de la cultura del país de acogida, tanto más podréis impregnarlo de la vuestra”.
El experto agrega que “cuanto más perciba un emigrado que se respeta su cultura de origen, más se abrirá a la cultura del país de acogida”. Según dice, la cordura es una estrecha senda que discurre por la cresta de una montaña, entre dos precipicios, entre dos concepciones extremas cuando se refiere a la aceptación de la cultura local y la manutención de los rasgos culturales originarios.
En el caso de la inmigración, la primera de esas dos concepciones extremas es la que ve el país de acogida como una página en blanco en la que cada cual puede escribir lo que quiera, o “peor aún, como un solar desocupado en el que cada cual puede instalarse con armas y bagajes, sin cambiar lo más mínimo sus gestos ni sus costumbres”.
En la otra concepción extrema, el país de acogida es una página ya escrita e impresa, una tierra cuyas leyes, valores, creencias y características culturales y humanas ya se habrían fijado para siempre, de manera que los inmigrantes no tienen más remedio que ajustarse a ella.
A su juicio, estas dos concepciones son por igual carentes de realismo, estériles y nocivas. “Pero los que tienen sentido común darán un paso adelante hacia el evidente terreno del punto medio, es decir, que el país de acogida no es ni una página en blanco ni una página acabada, sino una página que se está escribiendo”, enfatiza.
Puntualiza finalmente diciendo que la historia del país de acogida debe respetarse. Maalouf considera la “historia” como aquello que se ha construido a lo largo de los siglos: la memoria, los símbolos, las instituciones, la lengua, las obras artísticas…”todos los elementos a los que legítimamente nos podemos sentir unidos”, finaliza.