En relación a la decisión ¿Pensar que quizá algún día se demuestre que mis creencias son falsas? esta es una opinión de Quinto TERTULIANO
- Quinto TERTULIANO
- Filósofo y pensador
Esta es la opinión del experto
No. Tertuliano afirma que las creencias verdaderas están a salvo de cualquier demostración: son creencias precisamente porque son absurdas, luego ninguna demostración podría refutarlas.
Cuando los filólogos buscaron en las obras de Tertuliano el origen de la célebre frase que siempre se le atribuye (“lo creo porque es absurdo”) no encontraron el término latino absurdum sino ineptum. La diferencia semántica es irrelevante porque ineptum significa “incapaz, necio, disparatado, absurdo”. La frase original de Tertuliano se refiere a la muerte y resurrección del Hijo de Dios; afirma que “es totalmente creible porque es absurdo, es cierto porque es imposible”. Esta opinión de Tertuliano ofrece una perfecta muestra de los rasgos esenciales que caracterizan al auténtico creyente: sus afirmaciones son apasionadamente ciertas e inmunes a cualquier tipo de lógica, pues no están sometidas a ella. El entusiasmo le permite entregarse a sus emociones y afirmar lo que él cree, le cueste lo que le cueste a la racionalidad.
La vieja teoría teológica del fideismo sostenía que el acto básico del conocimiento humano es la creencia, por lo que la razón es inútil, o incluso perjudicial, a la hora de alcanzar la certidumbre. Lo esencial en la creencia sería la convicción emocional, no la coherencia racional. Por consiguiente, que algo sea absurdo es precisamente lo que lo hace creible.
Bibliografía citada:
Lázaro, J. (2013): La violencia de los creyentes. Un ensayo de novela. Madrid, Editorial Triacastela, pp. 153-4.