En relación a la decisión ¿Aceptar como Papa al elegido por los Cardenales? esta es una opinión de Jaume Aymar i Ragolta

Sí

• Jaume Aymar i Ragolta
• Doctor en Historia y Decano Fac. Filosofía URL

Esta es mi opinión de experto

Entiendo que hablamos a personas que se sienten dentro de la Iglesia católica. En principio hay que aceptarlo, porque estas son, por decirlo así, las reglas del juego. De todos modos cabe recordar que aunque hoy sean los cardenales los que eligen al Papa, no siempre ha sido así. Originalmente, eran los miembros de la Iglesia de Roma quienes lo hacían, pero este procedimiento cambió durante la Edad Media, hasta hacer que sólo los cardenales, un grupo especial de clérigos de la diócesis de Roma, tuvieran derecho a elegir al sucesor del apóstol Pedro. Con lo cual hasta el día de hoy el Papa elige a los Cardenales y serán estos los que elegirán a un nuevo Papa.
 
Es un procedimiento que puede cambiar. Es menester hacer una revisión histórica del Papado y liberarlo de muchas adherencias que a lo largo de los siglos han podido desvirtuar el núcleo de su misión. No olvidemos que el título preferido de Juan Pablo I era el que aparece en último lugar: “siervo de los siervos de Dios”. El mismo Juan Pablo II pidió una revisión de la manera de ejercer el primado en la encíclica Ut unum sint (1995): “Que el Espíritu Santo nos de su luz e ilumine a todos los pastores y teólogos de nuestras Iglesias para que busquemos, por supuesto juntos, las formes con las cuales este ministerio papal puede realizar un servicio de fe y de amor reconocido por unos y otros” (n. 95).
 
Podemos hablar por tanto de una aceptación que no renuncie a seguir profundizando en el papel del primado, haciéndolo más acorde con la colegialidad o la sinodalidad (sínodo significa “caminar conjuntamente”).