En relación a la decisión ¿Difundir las confidencias de mis amigos? esta es una opinión de Fethullah Gülen
- Fethullah Gülen
- Teología Islámica
Esta es la opinión del experto
Las confidencias, o secretos, forman parte de la intimidad de la persona. Las confidencias propias o las de los más estimados y cercanos, son parte de lo más sagrado y quien no es capaz de valorarlo y cuidarlo, no aprecia lo sagrado.
“Guardar un secreto es como guardar la castidad. Aquellos que guardan secretos ya sean propios o entre amigos, se mantienen castos. A la inversa, aquellos que difunden secretos, dañan su honor y su reputación.
Si quieres contarle un secreto a alguien, asegúrate de que puedas confiar tu honor a esa persona, que debe ser tan meticulosa en mantener tu secreto como tú harías con el suyo. A una persona no digna de confianza o que ignora el valor de la honestidad, no se le deben confiar secretos.
El guardar un secreto y el respetar los de los otros, lejos de entrometerse entre ellos, es una virtud relacionada con la autodisciplina y la sensibilidad. Aquellos que carecen de entendimiento no pueden guardar secretos y a quienes no les importan las consecuencias de las palabras y las acciones no se les puede considerar discretos.
Por lo general es más sabio no contarle a otros tus asuntos privados, especialmente los poco loables, ofensivos y carentes de virtud. El hacerlo puede humillar a seres queridos y deleitar a enemigos y tienen, además, otras consecuencias desagradables.
Los corazones han sido creados como cajas fuertes para guardar secretos. La inteligencia es su cerrojo; la voluntad es la llave. Nadie puede forzar su entrada en la caja fuerte y robar sus objetos de valor, mientras que ni el cerrojo ni la llave estén defectuosos.
Ten en cuenta que aquellos que te cuentan a ti los secretos de otros podrán también contarles los tuyos a los demás. No le des a estos indiscretos la más mínima oportunidad de aprender ni siquiera los detalles más pequeños de tu vida privada.
Si le confías otro secreto a alguien que ya te había traicionado con anterioridad, es evidente tu falta de percepción y tu poco juicio a la hora de escoger un confidente. Aquel cuyo corazón se mantiene firme y vigilante, no puede ser engañado o seducido de esta manera repetidamente.
Hay secretos que atañen solamente a las personas, la familia y la nación. Al revelar un secreto personal, estás dañando en el honor de una persona, al revelar un secreto de familia, estás mancillando el honor familiar y al revelar un secreto de la nación, estás ultrajando el honor nacional. Un secreto es poder en cuanto no traspase los límites de su dueño, pero es un arma que puede ser usada en su contra si pasa a manos de otros. Es este el significado de uno de nuestros dichos tradicionales: “El secreto es tu esclavo, pero tú te conviertes en su esclavo si lo divulgas”.
Los detalles de muchas cuestiones importantes se pueden proteger solamente si se mantienen en secreto. Muy a menudo, cuando los involucrados no mantienen en secreto ciertas cosas, no se logra el progreso. Además, aquellos que se implican pueden enfrentarse a serios riesgos, especialmente si la cuestión tiene que ver con temas delicados de asuntos de estado y la continuación del mismo.
Si el estado no puede proteger sus secretos de los intentos de espionaje del enemigo, no puede desarrollarse. Si un ejército revela su estrategia a sus adversarios, no puede alcanzar la victoria. Si la competencia capta a los trabajadores claves en una empresa, sus superiores no podrán obtener beneficios.
Explica lo que tengas que explicar pero nunca regales todos tus secretos. Aquellos que libremente publican los secretos de sus corazones se arrastran a sí mismos y a su nación hacia una perdición inevitable.”