En relación a la decisión ¿Tratar con fármacos la hiperactividad de los niños? esta es una opinión de Carmen Martínez González

No

• Carmen Martínez González
• Pediatra. Especialista en Psicoterapia Psicodinámica

Esta es mi opinión de experto

La hiperactividad puede ser un síntoma del TDAH o un comportamiento en el extremo de la normalidad. El tratamiento farmacológico se plantea generalmente cuando hay repercusiones escolares. Pero en muchos casos habría que cuestionar el propio diagnóstico, basado en criterios del Manual Estadístico y Diagnóstico de los Trastornos Mentales (DSM), en los cuales la palabra que más aparece es "a menudo" ( a menudo parece que no presta atención, a menudo no escucha etc.) aportando al diagnóstico un gran sesgo subjetivo y una enorme variabilidad entre casos, en función de la tolerancia familiar, cultural y escolar frente a los síntomas.
 
El problema surge cuando en los últimos años la "hiperactividad" se convierte en un problema social, en parte por la presión de la sociedad que siendo hiperactiva no tolera determinados comportamientos infantiles y en parte por la existencia de un tratamiento farmacológico. Pero no es de extrañar que en un mundo hiperactivo, lleno de actividades hiperestimulantes en las que involucramos a los niños desde muy pequeños, cuando llega el momento de prestar atención a las tareas escolares a muchos les resulte imposible. En muchos casos solo recogemos los frutos sembrados con los mil juegos, deportes y actividades lúdicas que han anulado el tiempo de juego libre, de ocio no controlado, incluso de sano aburrimiento.
 
El tratamiento farmacológico con psicoestimulantes (metilfenidato, comercializado como Concerta, Rubifén..) debería indicarse en pocos niños, priorizando las medidas educativas familiares y los apoyos escolares. Sin embargo, las ventas han crecido exponencialmente en los últimos años hasta el extremo de que en EEUU, 1 de cada 5 niños toma esta medicación; datos alarmantes que han dado lugar a numerosas publicaciones a favor y en contra del diagnóstico y del tratamiento, intentando aportar luz sobre esta supuesta epidemia. Muchos profesionales de la salud y del ámbito educativo pensamos que la hiperactividad sea signo, síntoma o enfermedad, sólo ocasionalmente requiere medicación y que el TDAH es una dudosa patología promocionada por la industria farmaceutica: es decir, otro fenómeno más de disease mongering.