En relación a la decisión Aspiraciones personales, ¿cuestionarme qué quiero para mi vida? esta es una opinión de Lluïsa Etxeberria Azkune
- Lluïsa Etxeberria Azkune
- Psicóloga. Psicoterapeuta
Esta es mi opinión de experto
Preguntarnos y pensar sobre nosotros mismos es o puede ser un ejercicio no sólo saludable sino necesario, fundamental para revisar nuestra manera de ser, de hacer y de vivir. Nos permite valorar en qué dirección podemos caminar y definir mejor cómo dar sentido a la vida.
La capacidad de dar sentido a lo que somos y a lo que nos sucede requiere un proceso mental de conexión interna para saber qué hay de valor o acaso inconsistente en nuestro interior, qué vamos almacenando, qué nos alimenta, que nos ayuda, qué nos obstruye, qué nos invade y sobrepasa… proporcionándonos estados mentales-emocionales en los que predominan o alternen sentimientos positivos y satisfactorios, unos; sentimientos sobrecargados de enfado, de estrés, de relaciones alteradas y tóxicas, etc., otros.
Preguntarnos para tomar conciencia de lo que sostiene la propia identidad, representa plantearse o revisar, de cuando en cuando, qué queremos hacer con lo que somos, cómo canalizar las relaciones con los otros… Esta toma de conciencia nos puede ayudar a renovar las energías para asumir más a fondo la responsabilidad sobre la propia vida, a dar aliento a nuestras posibilidades de crecimiento, aun cuando en el camino cotidiano las trabas nos desequilibren y sintamos que las dificultades enturbian o sacuden nuestros sentimientos.
Captar a fondo la pregunta sobre quién soy, a dónde voy, “para qué”… con el deseo de responderla sinceramente, nos pone en la pista, una vez y otra, de diferenciar los aspectos positivos, los que nos producen bienestar y alegría, de aquellos que son motivo de dolor y malestar. Si podemos defender dentro de nosotros lo que es vital, el valor del ser, ello nos lleva a no hacer del mal y del dolor lo único existente. Y nos estimula a mirarnos con benevolencia, a cuidar lo que hemos desatendido y a seguir preguntándonos. En el mejor de los casos, la pregunta vuelve a centrar nuestra vida y nos pide responder en verdad sobre qué queremos para nuestra vida y qué estamos dispuestos a hacer para salvar los obstáculos que a menudo sofocan nuestra posibilidad de crecer y evolucionar humanamente.
Es una pgta. constante que motiva a una mirada "inside" en el Varón moderno en función a los requerimientos de la sociedad y de si mismo. Principalmente en el varón de 55 en adelante que, ahora cuenta con mètodos y productos que le permiten mantener y/o potenciar sus recursos cerebrales-mentales y físicos. Un varón de 65 de hoy, es mucho más activo, creativo, potente y vigoroso que uno de hace veinte años.
Es muy interesante tambien ver como ya los varones vamos acudiendo al consultorio del psicólogo con mejor apertura y menor desaprensión. El Varón de hoy va dejando de ser duro para ser cada vez más FUERTE.
El Varón de hoy centra regularmente su inquietud con respecto a si mismo cuando empieza a percibir que sus facultades laborales (trabaja más y produce igual o menos) y las sexuales (disfunción eréctil, eyeculación precoz, disminución de las "ganas") se presentan con mayor frecuencia aún estando con tratamiento médico. Es decir cuando el nivel de atención primaria ya cubrió su expectro de posibilidades, entonces da paso a la atención psicoandrológica.
El varón moderno sabe que quiere verse bien, que quiere estar bien, que quiere ser bien tratado en casa, en el trabajo, en el círculo de amigos; sabe que quiere mejorar pero .... demora en buscar la ayuda pero ya la va considerando en su agenda. Este sólo hecho, ya es un gran avance.