Cuando recibimos personas para comer o cenar, a veces hay suficiente confianza y se ofrecen a ayudarnos a recoger mesa y cocina. La duda es si deberíamos de permitirlo o no, pues por una parte es una continuación natural de la convivencia, pero puede parecer que abusamos de su buena disposición.
Opiniones argumentadas
Sé el primero en opinar.