El tatuaje tiene orígenes remotos como adorno y ornamento corporal, pero se ha extendido en la sociedad de hoy como una moda.
Aunque es arriesgado dibujar de manera permanente alguna parte del propio cuerpo, porque podemos cambiar en el futuro y el borrado no siempre es exitoso, puede ser más fuerte el deseo de adornarse y sentirse mejor con uno mismo, y tal vez tener más aceptación por parte de los demás.