La comida es una necesidad básica para todas las personas, pero –sin duda- hay muchas maneras de satisfacerla. Darle prioridad puede ser sinónimo de buena salud e incluso de placer, pero ¿cuál es el límite entre una cosa y otra?, ¿es posible reducir el gasto en alimentación sin menoscabar la nutrición?
Opiniones argumentadas
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