Pensar en emigrar a otro país de forma definitiva para mejorar nuestra situación laboral, es una decisión que quizás marque el resto de nuestra vida. Pero cuando las circunstancias se ponen difíciles en nuestra tierra, la emigración puede ser el modo de alcanzar una mejor calidad de vida. Para quien tiene familia la situación se complica más que para quien dispone de sí mismo sin problemas. Pero para todos significa un buen análisis de las posibilidades laborales y medir las propias fuerzas para vivir lejos de nuestro terruño.
Las circunstancias sociales y económicas y los efectos de la globalización mundial han generado que muchas personas consideren la opción de emigrar de sus países, no sólo para mejorar su situación económica, sino para poder subir en la escala social ante la escasa movilidad interna de sus países.
A la globalización de capitales se suma la globalización del movimiento de personas a nivel global, lo que ha llevado a que los países industrializados sean receptores de más cantidad de personas que otros espacios geográficos. No obstante, las condiciones económicas y sociales laborales, (parte de las motivaciones que algunas personas poseen para poder emigrar), no siempre son las óptimas en los países de recepción. Algunos expertos destacan que existe una especie del "sueño del Dorado" al plantear a los países de recepción como espacios ideales, lo cual contrasta cuando comienzan a darse cuenta que la integración social y laboral no era lo que esperaban. En ese sentido, algunos expertos destacan que existe un choque de expectativas laborales con las condiciones efectivas de inserción que los países pueden considerar.
Por otro lado, otros expertos destacan que es un derecho humano el tener movilidad personal y familiar para libremente decidir donde vivir y trabajar. En este sentido, se destaca que las personas pueden buscar los contextos que mejor consideren para sus expectativas familiares.
-
Desconocer los trámites, requisitos y condiciones que implica trabajar en otros países o en otros espacios geográficos puede inhibir la emigración. Por otro lado, las sobre-expectativas sobre los lugares puede generar frustración cuando no existen condiciones de trabajo en los países a los que se desea emigrar.
-
Que las personas no puedan desarrollar sus proyectos individuales y familiares migratorios, ni de prosperidad económica. Que las personas conozcan casos que al llegar hayan vistos frustradas sus aspiraciones por las condiciones laborales disponibles puede inhibir la emigración laboral.
13 opiniones argumentadas
Paco Ibáñez- He vivido y trabajado en varios países.
-
Laura Yufra
- Master de Investigación y Doctora en Psicología Social
-
Caterine Galaz Valderrama
- Doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación
