Parece lógico que el hecho de ser funcionario público no exima de responsabilidades en su toma de decisiones. Como en cualquier grupo de trabajadores, es probable que entre ellos se den casos de corrupción o de iniciativas fracasadas, maliciosas o erróneas.
Según esto, resulta lógica la posibilidad de exigirles responsabilidades cuando su actuación no ha sido honesta o correcta. Aquí entra de lleno el debate sobre la utilidad de un código ético que rija su comportamiento, de modo que no se llegue tarde cuando las decisiones ya se han tomado.
4 opiniones argumentadas
Sí
- Antonio Fontanini
- Consultor Internacional
No se trata de pedir/ajustar cuentas, sino de implantar metodologias basadas en la inteligencia colaborativa para aprender de los éxitos y fracasos, para eatudiar el pasado y evitar los mismos errores en las mismas circunstancias.
Sí
-
Aldo Olcese Santonja - Presidente de la Fundación Educación para el Empleo
El control posterior de las decisiones tomadas por los funcionarios durante el ejercicio de su cargo es imprescindible para asegurar el fiel desempeño de las responsabilidades inherentes a su cargo. Pero este control debe complementarse con normas a cumplir mientras están en el cargo. VER VIDEO
Experto
Sí
-
Guillermo de la Dehesa
- Funcionario, economista y empresario
El hecho de que los funcionarios administren principalmente dinero público, lleva aparejada una responsabilidad sobre de las decisiones que toman con respecto al uso y destino que dan a esos fondos. Esta responsabilidad alcanza a los funcionarios de todos los niveles y administraciones. VER VIDEO
Experto
Sí
-
Jaime Lamo de Espinosa
- Ex-ministro de Agricultura (1978-1981)
Los funcionarios públicos son los administradores del patrimonio del conjunto de los ciudadanos y, por tanto, se les debe exigir una responsabilidad. Para ello, se deben establecer controles previos, como la intervención del gasto, y una responsabilidad posterior que dure en el tiempo. VER VIDEO
Experto
