En relación a la decisión ¿Pensar que prohibir el “burka” va contra la libertad? esta es una experiencia de de Dolores Cabrera Castillo
- Dolores Cabrera Castillo
- Muy sensible a no herir los sentimientos de los más débiles.
Esta es mi opinión personal
¿Pensar que prohibir el “burka” va contra la libertad?
Mi experiencia personal.
Soy mujer, nací en 1948, no soy árabe, ni de religión musulmana, nací en España, en una comunidad, que convivió 8 siglos con los árabes, musulmanes, no sé cuánto tiempo con los judíos y con los gitanos. No me gusta ningún fundamentalismo, ni de derecha ni de izquierdas, ni religioso, ni político, n i n g u n o, ni ir unos contra otros, amo la paz y la alegría.
Yo nací en una familia, en una época histórica, donde la mayoría de nuestras madres estaban sometidas al varón, él si tenía bastante libertad, ellas muy poca. Mi padre era bueno y libre, mi madre, era buena y con una libertad interior inmensa, la exterior, ya su padre se la quitó desde pequeña, o nunca se la dio y mi padre siguió la misma trayectoria.
Quizás porque nuestros padres tenían unas cualidades estupendas y cada uno a su manera, una gran vocación de libertad y lucharon por ella, nosotras, 8 mujeres y 1 hombre también hemos luchado. Algunas de nosotras e incluso el varón con ayuda de amigos/as e incluso con profesionales de la salud, pues la falta de libertad ocasiona en bastantes personas enfermedades mentales o psíquicas.
No es fácil ser libre, necesitas vocación de libertad, fuerza para desarrollarla, y la ayuda de personas que te quieran de verdad, dispuestas a dar la vida por ti.
¿Se debe prohibir el burka?, ¡sí!, ¡no!
¿Desde dónde nos planteamos esta pregunta, desde el lado de la sociedad o desde el lado de las mujeres que lo llevan?
Si nos lo planteamos desde el lado de la sociedad, nos da miedo, entre otras muchas razones, tapa demasiado, puedan llevar una bomba explosiva, o muchas cosas que evidentemente pueden esconder. Si ellas están en una cultura donde nadie lo lleva, veo razonable que se prohíba su uso en los espacios públicos, siempre que seamos muy respetuosos en no herir sentimientos que no vienen al caso.
Si nos lo planteamos desde su lado, son esclavas, aunque muchas de ellas ni se dan plenamente cuenta, están viendo el universo muy mal, deforme, entre minúsculos agujeritos, mucho peor que si estuvieran entre barrotes.
Hace 35 años, estuve con un grupo, en un país árabe de religión musulmana, las mujeres no tenían burka, sólo pañuelos en la cabeza, su caminar era muy rápido y con la cabeza baja. Ellos contemplando sin prisas, nos miraban con unos ojos tremendamente vivarachos y alegres. A las mujeres que íbamos en aquel grupo, nos hirió enormemente este hecho. A los varones también.
El burka, lo veo como una injusticia grandísima hacia la mujer. Creo que antes de Burka sí, burka no, habría que pensar en cada mujer que lo lleva.
Una anécdota que me enseñó mucho en mi vida. En mi casa había un pájaro en su jaula, grande y bonita, yo debía ser adolescente. Mi madre salió aquella tarde y a mí se me ocurrió abrir la jaula y que el pajarito, al fin libre, se fuera volando con los demás pájaros. El aterrizaje que hizo en el suelo, fue espectacular, por poco se mata. El susto y la sorpresa que me llevé yo fueron grandes, primero por el golpe del pobre animal a causa mía, segundo, ¿cómo es posible?, ¡un pájaro que no sabía volar!, y la critica fácil de una adolescente, este pájaro es tonto, no sabe volar. Efectivamente no sabía volar, pero no porque fuera tonto sino porque nació en cautiverio, nadie le enseñó a volar.
Dejando solas a estas mujeres y quitándole el burka como hecho impuesto desde fuera, no creo que consigamos nada bueno para ellas, que son a las que hay que ayudar a liberar.