En relación a la decisión ¿Creer que el cambio climático es una seria amenaza provocada por el hombre? esta es una experiencia de de Marco Antonio

No

• Marco Antonio
• Soy arquitecto y cursé estudios de teología, filosofía y antropología.

Esta es mi opinión personal

Nuestro planeta ha soportado anteriores periodos de glaciación y desglaciación que no se pueden achacar a la intervención humana. El actual periodo de desglaciación proviene de hace más de diez mil años. Considero que no hay suficientes pruebas científicas que den soporte a la asfixiante campaña mediática desatada en los últimos años sobre el aceleramiento del calentamiento global culpando a la humanidad. Numerosos científicos se han manifestado en contra de esa cuestión, a los cuales apenas se les ha permitido manifestar sus discrepancias, algo que deja en entredicho la ecuanimidad de los medios.
Por supuesto que debemos proteger el medio natural que nos alberga, es algo comprensible para cualquier persona civilizada, así se viene transmitiendo en las escuelas a las nuevas generaciones desde hace tiempo. También las normativas vigentes en materia ambiental de los países avanzados contemplan elevadas sanciones para castigar a los infractores. Sin embargo, resulta contradictorio que sean las grandes empresas multinacionales las que se salten dichos controles, trasladando sus factorías más contaminantes al tercer mundo. Nos encontramos ante la trampa de ser esos mismos poderes económicos los que predican, a través de los medios bajo su control, la concienciación ecológica de los consumidores.
¿Qué intereses se esconden detrás de todo eso? ¿Por qué se empeñan los ideólogos del globalismo, de acuerdo con los grandes organismos mundiales, en convencernos sobre la imperiosa necesidad de proteger la Tierra siguiendo sus directrices? Probablemente se trata, una vez más, de manipularnos con objeto de sacar adelante fabulosos proyectos para "salvar a la humanidad". Proyectos gestados por quienes obtendrán de ellos sustanciosos beneficios. Y están dispuestos a lograrlo, usando discursos llamativos a cargo de aparentes expertos, que son divulgados por los grandes medios a su servicio para persuadir a la mayoría de incautos.