
En una empresa, se tienen siempre unos determinados valores. Son los mismos pero lo que cambia es la traducción que se da a cada valor según a quién se dirija uno. Por ejemplo, en el caso del valor de la fidelidad:
Cuando se trata de la fidelidad de los empleados se refiere a que se confía en ellos para que hagan bien su trabajo; mientras que cuando se trata de los clientes, se refiere a las muestran de confianza de estos en los productos y servicios que se le ofrecen.
3 opiniones argumentadas

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Antonio Fontanini
- Chief Optimistic Officer (Informalia Consulting)