El vehículo es uno de los elementos de mayor importancia en nuestro patrimonio personal. En situaciones como el desempleo, en que se hace necesario generar nuevos ingresos a la vez que aplicar el máximo ahorro posible, la venta de nuestro vehículo puede ser una opción a tener en cuenta.
La idea de vender el coche nos puede desagradar de entrada, porque nos facilita mucho la vida, y en algunos entornos (urbanos o rurales) puede ser casi indispensable, pero quizá sea necesario renunciar a él de momento para pasar el momento crítico de nuestra economía.
El descenso de ingresos mensuales durante el desempleo nos obliga a rediseñar nuestro presupuesto.
Hemos de generar ingresos que compensen la perdida de nuestro sueldo mensual y si además la generacion de dichos ingresos nos suponen un ahorro la medida se hace mas atractiva.
Tradicionalmente se ha considerado el vehiculo como uno de los elementos mas importantes de nuestro patrimonio personal y, en algunos casos, incluso como seña de identidad de su propietario. Como tal, el vehiculo suele ser una de las inversiones económicas personales mas importantes que realizamos durante nuestra vida y uno de los activos a los que mas apego tenemos.
Llegado el caso, al beneficio económico que nos reporta la venta de nuestro vehiculo debemos sumar el importante ahorro que obtenemos al evitar gastos de combustible, de mantenimiento, fiscales y demás. La perdida de independencia, de status social y de movilidad la podemos contrastar con los beneficios ambientales de usar medios de transporte alternativos que también supongan un ahorro en nuestro presupuesto económico.
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La pérdida de vehículo propio limita nuestra libertad de movimientos y de alguna forma la imagen que proyectamos sobre nuestro entorno pudiendo elevar el grado de preocupación.
La limitación de cualquiera de nuestra libertades puede repercutir sobre nuestra autoestima y producir situaciones de angustia perjudiciales para superar el desempleo.
Desde el punto de vista meramente transaccional, debemos aceptar que los vehículos son activos de rápida depreciación de los que no obtendremos un beneficio económico visible. -
Frente a la limitación en nuestra libertad de movimientos, la pérdida de independencia que supone prescindir de nuestro propio vehículo y el efecto que puede provocar en nuestra identidad social la venta de nuestro vehículo habitual, debemos contraponer el ingreso que recibimos por la venta, el ahorro que supone en combustible, mantenimiento, impuestos y demás y la contribución que hacemos a nuestro entorno ambiental mediante el uso de medios de transporte alternativos.
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Obtener una tasación profesional de nuestro vehiculo. Pulsar el interés en nuestro entorno con respecto a nuestro automóvil. Considerar las condiciones de pago. Publicar anuncios en webs o publicaciones especializadas. Estudiar otras alternativas financieras, como son el empeño o su uso como aval o garantía en prestamos.