En el 2001, nació esta enciclopedia virtual que actualmente es la más grande del mundo en internet con más de veinte millones de artículos escritos. Esta enciclopedia digital está basada en la tecnología Wiki, que permite que cualquier persona acceda, edite y distribuya el contenido, sin necesidad de ser experto en lenguajes de programación. La falta de objetividad de algunos de sus contenidos, que, en ocasiones, pueden llegar a ser inapropiados o incluso ofensivos y contener errores, por el hecho de que la tecnología permita que cualquier persona pueda editar los contenidos.
Esta característica, a la postre, se ha convertido en un arma de doble filo: por una parte ha hecho posible que los internautas tengan un rápido acceso y puedan alimentarla de contenidos con gran velocidad; pero, por otra parte, también ha sido una fuente de polémica, ya que es posible eliminar o modificar contenidos valiosos, desvirtuar una información o colgar información falsa o poco contrastada o de tipo publicitario.
Además, otro tema polémico alrededor de Wikipedia es la violación de derechos de autor, que incluso puede generar problemas legales.
Jimmy Wales, fundador de Wikipedia, defiende que la cultura libre no conoce fronteras, y asegura que “nos complace que se reutilice nuestro trabajo para construir variantes. Eso es perfectamente coherente con nuestros objetivos.» Sin embargo, muchos expertos añaden que Wikipedia es, por su naturaleza, poco fiable y en sus bases de datos cada día se cuela una buena dosis de contraconocimiento.
Otros, por su parte, aseguran que no deja de ser una fuente útil de información, sobre todo de información referida a datos concretos, siempre y cuando sus usuarios sean conscientes de sus limitaciones, y contrasten la información que allí encuentran.
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Desarrollar trabajos del instituto sólo basándose en los contenidos que se encuentran en Wikipedia podría llegar a ser un error y podría llevar a imprecisiones. Será necesario, siempre, comparar información, verificar la veracidad de las informaciones y contrastar todo aquello que encontremos.
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Tener en cuenta la exigencia del trabajo que tenemos delante, ser exigentes con nosotros mismos y con los trabajos que presentamos, estar atentos a los derechos de autor y a la importancia de verificar fuentes y contrastar puntos de vista.
3 opiniones argumentadas
- Samuel A. Assefa
- Biólogo especialista en comunicación para el desarrollo