Somos frágiles como lo son también los proyectos que emprendemos. No debemos acomodarnos en el éxito porque la vida da muchas vueltas, las cosas pueden cambiar de repente y fracasar.
Por eso, en el ámbito personal y profesional, no debemos atribuirnos más mérito del que realmente tenemos o presumir de nuestro éxito como algo propio. La humildad y la prudencia son virtudes que evitan la prepotencia. Cualquier proyecto está hoy en la cumbre y mañana en el arroyo.
4 opiniones argumentadas
Sí
- Iván Maura Andreu
- Director General Gestión y Eficiencia
Hay que ser humide siempre y con independencia de las circunstancias. Cuando estas son favorables debemos evitar ser prepotentes, ya que nunca sabemos que nos puede deparar el futuro y quizás mañana cuando esas circunstancias no nos sean tan favorables necesitemos el apoyo de los demás. VER VIDEO
Experto
Sí
- Alberto Guzmán
- Psicólogo clínico
Hay que ser humilde siempre pero cuando las circunstancias nos son favorables aún más. La humildad nos permite disfrutar más plenamente de nuestros éxitos, pero tampoco debemos llevar la humildad al extremo que nos impida reconocer y disfrutar plenamente de nuestro logros y circunstancias. VER VIDEO
Experto
Sí
- Miguel Mira Prieto-Moreno
- Marketing y Comunicación
La humildad es un rasgo fundamental, sobre todo para las empresas o personas líderes en su sector. La humildad nos anima a aprender de la gente y de las empresas que nos rodean y aumenta nuestra credibilidad y confianza. Hay que ser humilde siempre y no solo en determinados momentos. VER VIDEO
Experto
Sí
- Leticia Soberón
- Psicóloga
Ser humilde cuando las circunstancias nos son favorables es un desafio a superar. Ser humilde no supone restarnos importancia. Es ser realista, saber quienes somos en todo momento, es caminar en la realidad; por ello, cuando todo está a nuestro favor es cuando debemos mantener la humildad. VER VIDEO
Experto