Para muchas personas ser humilde es algo intrínseco en su carácter que no les supone ningún esfuerzo o reflexión llevar a cabo. Sin embargo para muchos otros, la humildad no es ni su actitud habitual ni tan siquiera una virtud prioritaria que se planteen conseguir.
Una persona sin soberbia respecto de sus méritos puede ser definida humilde. No toda le gente tiene esta característica. Hay personas que necesitan para satisfacción personal y por carencias afectivas personales, exponer sus méritos para sentirse más gratificados.
Para algunos expertos es necesario cultivar este valor. Para otros, es una actitud que se debe formar desde la infancia.
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