
Las emociones, cuando son intensas y escapan a nuestro control, pueden ser un obstáculo para gestionar la vida y el conocimiento. Pero sin ellas nada tendría atractivo para nosotros. El estudio, por ejemplo, para que nos guste tiene que provocarnos curiosidad.
Las emociones son parte del conocimiento, pero quizá en su justa medida. La cuestión es si intentar separarlas cuando deseamos conocer algo, para ser más objetivos y más fríos, y si eso es posible.
3 opiniones argumentadas

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Leticia Soberón
- Doctora en comunicación social - redes

- Iñigo Damiani Moreno
- Soy un rompecabezas bien ensamblado

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Enrique Baca Baldomero
- Catedrático de Psiquiatría