
Es desde la infancia cuando aprendemos valores como distinguir entre lo bueno y lo malo, saber apreciar todo aquello que tenemos, conocer nuestros límites y ser conscientes de nuestras responsabilidades... Pero no todo perdura en nosotros.
A lo largo de la vida, las cosas, nosotros mismos y nuestro entorno van variando. Adquirimos nuevas perspectivas y podemos desechar algunos valores aprendidos. La edad adulta hace que nos planteemos dichos valores de nuevo.
2 opiniones argumentadas

-
Marta Tello
- Periodista, escritora y articulista

-
Enrique Baca Baldomero
- Catedrático de Psiquiatría