Puede ser importante conocer los motivos (económicos, de reconocimiento, de formación,...) por los cuales un empleado quiere irse a trabajar a otra empresa, para poder actuar acertadamente en el caso que se decida intentar retener al empleado. Probablemente sea lógico que una empresa, interesada en un determinado empleado, intente retenerle mejorando sus condiciones de trabajo, si éste manifiesta su intención de marchar a otra firma. Dependerá, en cada caso, saber hasta qué punto vale la pena esforzarse para que se quede.
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Una vez que un empleado desea irse a otra empresa, es difícil reconducir su renovada implicación.
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Las que se derivan de seguir contando o no con la colaboración del empleado en nuestra empresa.