
Cuando los niños no se esfuerzan al máximo en una competición deportiva y acaban perdiendo, y los padres desde la grada han visto que no ha luchado por el partido, se preguntan si será conveniente hacérselo saber al hijo con una regañina o el que no se esfuerce no es motivo de enfado. Los padres muchas veces asisten a las competiciones deportivas de sus hijos. Son los mayores fans de éstos, los más interesados en que su hijo haga un buen papel. Sin embargo, algunas veces ocurre que los hijos no siempre dan el 100% en la competición.
Si terminan perdiendo por no esforzarse, por no luchar en ciertas situaciones del partido a los padres no les gusta. Desde la grada lo ven muy claro y piensa que podían haberse esforzado un poco más. Se plantean dos situaciones en este caso:
La primera es si se les debe regañar porque apenas se han esforzado y han perdido el partido
O bien se les dice que estén tranquilos y que en el siguiente partido estarán mejor sin darle mayor importancia.
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Los padres muchas veces se enfrentan a estas situaciones no sabiendo muy bien qué hacer. Piensan en que a lo mejor regañarles puede actuar como revulsivo para el próximo partido o bien no dándole importancia a esa falta de competitividad hará que para el siguiente partido lo consigan.
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Para un niño o niña la opinión de sus padres es importante; el ser mirados durante un partido puede ponerles en situación de estrés o bien deseo de lucirse. Una regañina puede ser símbolo de atención pero tal vez el efecto sea opuesto.
2 opiniones argumentadas

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José Luis Maté Muñoz
- Doctor en Actividades Deportivas y Salud

- Toni Juan Juan
- Propietario de la marca de ropa Onna Ibiza