Últimamente están surgiendo muchas voces que apoyan cambios legislativos para posibilitar la movilidad de algunos días festivos y reducir los “puentes' para hacer más eficaz el calendario laboral. Según dicen, estos cambios mejorarían la productividad de la economía, argumentando que el impacto de un “puente” sobre la productividad es mucho mayor que el de una huelga general.
Frente a estos, existen otros expertos que piensan que una generalización y agrupación de festivos a viernes o lunes no mejora la productividad, perjudica la economía dependiente del turismo y genera más horas de trabajo con peores resultados.
Las propuestas para posibilitar la movilidad de determinados festivos y eliminar los llamados “puentes laborales” pasando dichos festivos a los lunes se justifican, en principio, como medida de fomento de la productividad de la economía.
Muchos expertos respaldan la posibilidad de eliminarlos, ya que los “puentes” provocan cierto desorden en la actividad económica general, argumentando que el impacto de un “puente” sobre la productividad es mucho mayor que el de una huelga general.
Su argumento va dirigido a racionalizar los hábitos de trabajo. El aumento de productividad, sostienen, se ha producido hasta ahora exclusivamente por la destrucción de empleo y convendría probar otras medidas como la racionalización de las jornadas de trabajo y la eliminación de los puentes va en ese sentido.
En el otro lado, muchos otros expertos los defienden, apuntando, en primer lugar, a la complejidad de eliminarlos ya que, al estar vinculados con festividades algunas de carácter mundial, otras de carácter local y otras de carácter eclesiástico se exigirían pactos expresos con organismos de muy distinta naturaleza y las festividades locales, en concreto, no tienen una modificación fácil por su arraigo popular.
Por otra parte, sostienen que su eliminación perjudicará al sector de la hostelería y el comercio y acabará causando despidos o una menor contratación, aunque sea temporal, agravando la tendencia al cierre de pequeños negocios. Y se preguntan, ¿compensa una mayor productividad a un menor consumo? En un momento de crisis, de baja demanda y menor crecimiento y con un enorme paro ¿tiene lógica acabar con los puentes?
Y por último, pero no por ello menos importante, para estos expertos está el hecho probado de que la productividad nada tiene que ver con la cantidad de horas trabajadas, sino con la calidad del tiempo que se destina al trabajo, acogiéndose a la teoría de que el descanso es tan importante para la productividad como la concentración.
3 opiniones argumentadas
- Blanca Revilla
- Creo en un futuro mejor